Todo gran cambio empieza con un primer paso
El duelo: un proceso de adaptación emocional
Hablemos sobre duelo…
María Herrero Peral
3/4/20253 min read


La palabra "duelo" proviene del latín dolus (dolor) y duellum (combate, desafío), reflejando así la lucha interna que experimenta una persona ante la pérdida de un ser querido. Aunque comúnmente se asocia con la muerte, el duelo también puede surgir ante cualquier pérdida significativa, como el fin de una relación, la pérdida de un empleo o un cambio drástico en la vida.
El duelo patológico: cuando el dolor se prolonga
Si bien el duelo es un proceso natural, en algunos casos puede volverse patológico. Según Horowitz (1980), el duelo patológico ocurre cuando una persona se ve desbordada por la pérdida, desarrollando conductas desadaptativas o quedándose estancada en el proceso sin avanzar hacia su resolución (Vedia-Domingo, 2016).
Las manifestaciones del duelo patológico incluyen:
A nivel psicológico: Distorsiones cognitivas, enfado persistente, pensamientos intrusivos sobre la persona fallecida, evitación del tema y una negativa a seguir adelante con la vida.
A nivel fisiológico y conductual: Descuidado personal, aislamiento social, abuso de sustancias como alcohol o drogas, e incluso síntomas físicos como insomnio y fatiga extrema.
Estudios sugieren que entre el 10% y el 20% de las personas que experimentan una pérdida significativa pueden desarrollar un duelo patológico (Millán-González & Solano-Medina, 2010; Echeburúa & Herrán-Boix, 2007).
Factores de riesgo en el duelo patológico
Diversos factores pueden incrementar la probabilidad de desarrollar un duelo complicado (Echeburúa & Herrán-Boix, 2007):
1️⃣ Edad de la persona fallecida: La pérdida de un hijo puede generar un dolor intenso, asociado muchas veces con sentimientos de culpa y rabia.
2️⃣ Tipo de muerte: Las muertes prematuras, repentinas o trágicas (accidentes, asesinatos o suicidios) pueden dificultar la aceptación y el proceso de duelo.
3️⃣ Condiciones psicosociales: Situaciones económicas precarias, la responsabilidad de cuidar niños pequeños o la falta de una red de apoyo pueden intensificar el sufrimiento.
4️⃣ Antecedentes emocionales: Personas con historial de depresión, ansiedad o patrones de afrontamiento inadecuados tienen mayor riesgo de desarrollar un duelo patológico.
5️⃣ Experiencia previa de pérdidas: Haber experimentado múltiples pérdidas recientes o no haber superado adecuadamente duelos anteriores puede complicar el proceso.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
El apoyo terapéutico es recomendable cuando:
✔️ Las reacciones emocionales intensas persisten más de 4 a 6 semanas.
✔️ El duelo interfiere significativamente en la vida diaria (trabajo, familia, relaciones).
✔️ La persona se siente desbordada por sus emociones y pensamientos.
Tratamiento del duelo patológico
El tratamiento del duelo patológico puede abordarse desde diferentes enfoques:
Terapia individual: Ayuda a expresar emociones bloqueadas, comprender la pérdida y reconstruir la vida diaria con nuevas estrategias de afrontamiento.
Terapia grupal y familiar: Facilita la validación emocional y el apoyo mutuo entre personas con experiencias similares.
Grupos de autoayuda: Especialmente recomendados en casos de duelos complejos, proporcionando un espacio seguro para compartir y encontrar apoyo en la comunidad.
El objetivo del tratamiento es que la persona logre integrar la pérdida en su vida sin que esta paralice su bienestar. Con el tiempo y el acompañamiento adecuado, es posible encontrar un nuevo equilibrio y continuar con el proceso de vida de una manera saludable.
Conclusión
El duelo es un proceso natural, pero en ocasiones puede convertirse en una carga difícil de sobrellevar. Reconocer cuándo es necesario buscar ayuda y acceder a un tratamiento adecuado puede marcar la diferencia en la recuperación emocional. Si sientes que el dolor de una pérdida te sobrepasa, no dudes en buscar apoyo profesional.
💙 El camino del duelo es difícil, pero no tienes que recorrerlo solo/a.
REFERENCIAS
Echeburúa, E. y De Corral, P. Echeburúa, E., & Corral, P. D. (2001). El duelo normal y patológico. Necesidades psicosociales en la terminalidad. San Sebastián. Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos. Echeburúa, E. y Herrán-Boix, A. (2007). ¿Cuándo el duelo es patológico y como hay que tratarlo? Análisis y Modificación de Conducta, Vol 33 (147),31-50
Millán-González, R. y Solano-Medina, N. (2010). Duelo, duelo patológico y terapia interpersonal. Revista Colombiana de Psiquiatría, Vol 39(2), 375-388 Vedia-Domingo, V. (2016). Duelo patológico: factores de riesgo y protección. Revista Digital de Medicina Psicosomática y Psicoterapia, Vol VI (2), 12-34
